PEDRO LUIS CEMBRANOS – Processi 151
pedro luis cembranos, el orden de la comunidad
REAL ACADEMIA DE ESPAÑA EN ROMA
PROCESSI 151 | EXPOSICIÓN FINAL DE LOS ARTISTAS E INVESTIGADORES EN RESIDENCIA, PROMOCIÓN 2023/2024
20 de junio de 2024
el orden de la comunidad, EL PROYECTO
Construiremos un edificio, que nos dé cobijo a todos, en este país de bosques, pastos y poderosas corrientes de agua.
Seremos 1.620 habitantes; ni uno más, ni uno menos. Tendrá 43.512 m2, distribuidos en siete plantas -siendo siempre la inmediata superior más pequeña que la de abajo-, y estará, hasta en el detalle más superfluo, conformado a la medida de la mujer y del hombre.
Se asemejará en parte a una pirámide egipcia, en parte a un gigantesco túmulo etrusco, aunque en realidad tome la forma de un gran barco.
En la planta superior dejaremos que el territorio que nos circunda, los ríos y las selvas, habiten la azotea; y no sólo descansen sobre todos nosotros, sino que penetren por cada rincón del edificio, por cada hueco y fisura de la cubierta, hasta formar parte de nuestros puestos de trabajo, hasta que nuestra construcción se diluya en el entorno físico.
Para ello plantaremos todas las especies vegetales que sean susceptibles de enraizar en nuestras tierras, o en jardines de estufa. Ellas nos cubrirán del sol y de la nieve, y nos reportarán alimento.
Sus troncos serán los pilares de nuestro edificio, sus ramas, nuestros hogares y sus flores y frutos, dibujarán las formas de nuestro palacio.
La forma fundamental será el hexágono
Y ella regirá toda nuestra construcción;
Desde lo más grande a lo más pequeño.
Cada planta tendrá tres falanges: desde el cielo parecerá una estrella de mar de tres brazos multicolor. Y en el centro de nuestro edificio se situará el templo, la inteligencia, la torre del vigía, las comunicaciones, el observatorio, los sistemas informáticos, la campana de ceremonias y el patio de invierno, adornado con plantas resinosas y situado al resguardo del patio principal.
Una de las alas de la construcción deberá dedicarse a las funciones apacibles, a los comedores, a la biblioteca, a las salas de estudio. Otra de las alas deberá reunir todos los talleres ruidosos, sean carpinterías, obreros de martillo, forjas o aprendices de clarinete. Y la última de las alas del edificio albergará distintos centros de ocio y salas de baile, así como el hospedaje de viajeros.
Los inmensos corredores y pasillos interiores serán calles abovedadas, calientes en invierno y bien ventiladas en verano, que formarán grandes caminos considerados como salones de reunión, con profusión de árboles y plantas de interior.
Clasificaremos cada aspecto del pasado y del presente, como parte de un sistema integral, totalizador, regido por la ciencia. Y será así como conseguiremos graduar la desigualdad y transformar la especie.
Cada joven aprenderá una profesión, siempre dentro de sus aptitudes. Nuestro lenguaje común dará pie a múltiples interpretaciones, pero la estética nos dirá todo lo que debamos saber. Y aunque nuestro destino colectivo conlleve un enorme sacrificio, todos seremos uno, trabajando incansablemente para la eternidad.
Con el tiempo, el edificio se expandirá con una serie de dependencias aledañas, que albergarán distintos centros de formación, salud y ocio. Y cada uno de los centros de trabajo, de las zonas de viviendas, de las enfermerías, de las escuelas, de los espacios de ocio, estará regido por la naturaleza y por la historia.
Nuestra organización social estará basada en un sistema de emergencia, donde la información esté dirigida de abajo a arriba, para una equilibrada explotación de los recursos.
Tendremos horarios y menús establecidos; estos estarán compuestos por los mejores productos que den nuestras cosechas, tendiendo siempre a alcanzar la perfección en su cultivo. Y este refinamiento se hará extensible a cualquier aspecto de nuestros espacios comunes: al diseño de su arquitectura, al mobiliario de nuestras casas, a cualquier manufactura o vestido, y a cada puesto de trabajo.
Educaremos a nuestros hijos en el conocimiento de las leyes naturales, y ellas serán las que ordenen la comunidad. Es por ello que fomentaremos el instinto en lo laboral y el deseo y la pasión de los cuerpos en lo sentimental, entendiendo la moral como un agente ajeno a la naturaleza y a la concordia.
El orden de la comunidad surge del uso armonioso de los sentidos y de la afluencia del placer.
Así instruiremos a nuestras hijas e hijos en la cocina y la ópera, en las ciencias y las artes.
Un tribunal infantil juzgará los delitos y maltratos cometidos contra cualquier animal, sea cuadrúpedo, ave, pez o insecto.
Para ello será necesario promover cualidades que el viejo orden considera inútiles como la fineza de oído musical.
Del mismo modo, seguiremos reglas opuestas a las ideas filosóficas, incluyendo un buen número de célibes; siendo sólo una décima parte la compuesta por capitalistas, artistas y sabios, que se encargarán de la formación de vínculos de alta mecánica, de la variedad infinita y el menor consumo.
No entendemos la familia como consanguineidad, sino como un grupo comprometido que no recurre a los vínculos de la sangre, de la moral, de la necesidad o de la obligación.
Castigaremos la avaricia, el agiotaje, la usura, el monopolio, la adulteración, el fraude, la concentración y el desperdicio de bienes y alimentos. Así como el uso del pan de patatas, del vino de madera, de las malas telas, de los vinagres y aceites artificiales, del café de achicorias, y de todo aquel producto que no tienda a la excelencia y el refinamiento de los sentidos.
Nuestro banco tendrá jardín, granero, bodega, cocina, farmacia y taller comunitario, y remunerará sus intereses en lanas, útiles, frutos y legumbres.
Con el tiempo, después de diversos períodos, habrá en el mundo un total de 2.985.984 comunidades como la nuestra, independientes administrativamente.
La perfección de los cultivos regulará la atmósfera y la temperatura del planeta, evitando los excesos del calor y del frío, y los desastres provocados por sequías y tormentas.
Un ejército obrero reconstruirá la faz del mundo, convirtiendo los desiertos en feracísimas regiones, y los polos en áreas habitables.
Pero no anhelamos las mentiras sobre los placeres campestres encerradas en las bufonadas pastorales de los poetas:
en nuestras aguas y bosques, el cultivador participará de la selva.
Este estado armónico favorecerá en un comienzo las plantaciones de viña en latitudes semitórridas, donde se cosecharán abundantemente vinos como el Chipre, Madera, Jerez, Oporto o Calabria.
La avicultura o la pesca serán perfeccionadas al extremo atendiendo a su sostenibilidad.
El conjunto de falanges que pueblen el globo terráqueo se esforzará en que todas las manufacturas aspiren a la más alta perfección, para en última instancia reducir los tiempos que la población consume en su fabricación y en el trabajo fabril.
Verdad, Justicia, Belleza y Amor.
Construyendo sobre estas bases, se levantará nuestro edificio, atendiendo a un orden nuevo.
Agradecimientos (Ringraziamenti)
Gianmaria Baro (Visitor Centre – Città Industriale Ivrea)
Beniamino de’Liguori (Fondazione Olivetti)
Mariangela Micchieletto (Centro Sperimentale di Cinematografia – Ivrea)
Paolo Palmieri (SIB Management Company – Palazzo Uffici Olivetti)
Raynaldo Perugini (Casa Albero)
Immacolata Tartaglia (SIB Management Company – Palazzo Uffici Olivetti)
Luz Santos Rodero
Staff Real Academia de España en Roma
Elena Testa (Centro Sperimentale di Cinematografia – Ivrea)
Cristina Zanardi (Visitor Centre – Città Industriale Ivrea)
Alberto Zambolin (Officine ICO – Ivrea)
Y muy especialmente, a todas las compañeras de la Academia de España en Roma.
SOBRE PEDRO LUIS CEMBRANOS
Sus trabajos han sido expuestos en diversas exposiciones individuales y colectivas en países como Alemania, Rumanía, Cuba, Reino Unido, Brasil, Francia, Portugal, Eslovenia o Bélgica.
Ha recibido distintos premios y becas de creación, como la Beca Multiverso a la Creación en Videoarte de la Fundación BBVA, Beca de la Casa de Velázquez, Beca Propuestas de la Fundación Arte y Derecho, Beca ArtistaXArtista en La Habana, Beca del Institut Français-AC/E en París, Beca del Centro de Arte Contemporáneo de Essaouira en Marruecos, la Beca Pilar Juncosa y Sothebys de la Fundación Joan Miró de Mallorca, la Beca del Centro Portugués de Serigrafía de Lisboa, Beca de la Fundación Druckvereiningung de Alemania, las Ayudas a la Creación en Artes Visuales de la Comunidad de Madrid, las Ayudas a la Movilidad Internacional de Creadores de Matadero-Madrid en Brasil, el Premio Jóvenes Creadores de la Calcografía Nacional, el Premio Nacional de Grabado del MGEC o los Premios Generación 2003 y Generación 2006.