Reactivando videografías (desde Roma)

POR ESTÍBALIZ SÁDABA

Son ya más de cincuenta años desde que el arte del vídeo apareció por vez primera en el entorno del arte, y cuarenta de cuando el contexto del arte español empezó tímidamente a mostrar interés por unas obras siempre relacionadas de forma exótica con la innovación y aquello que de forma difusa se llamaban “nuevas tecnologías”. No será hasta finales de los años noventa cuando las obras de vídeo comenzaran a verse con cierta normalidad en galerías y museos, inmersas en el proceso de audiovisualización generalizada de nuestras formas de vida: las cada vez mayores posibilidades de acceso por parte de los y las artistas a las formas de grabación y procesado de las imágenes, de un lado, y la también cada vez más asequible posibilidad de proyección de las mismas, por otro, son algunas de las razones que contribuyeron a facilitar este proceso.

Sin embargo el mundo del arte no siempre ha respondido con la misma inmediatez a estas nuevas formas de producción y exhibición de las y los artistas: aún hoy resulta común ver las proyecciones de los trabajos en vídeo en contextos escindidos de los de otras formas de creación, mientras que paradójicamente el vídeo como soporte narrativo se nos aparece de manera cotidiana en todos los momentos del día.

Con la idea de paliar en parte este déficit, y poder así visibilizar en diferentes contextos expositivos este tipo de trabajos, la Academia de España en Roma presenta en esta ocasión una selección de trabajos videográficos de algunos de los artistas que han pasado por sus instalaciones, de tal modo que en el dispositivo ideado para ello las diferentes obras se retroalimenten entre sí. Frecuentemente se ha hablado también del problema de la adecuación temporal de los trabajos de base tecnológica y/o audiovisual (Time Based Arts) a los dispositivos expositivos propios de la sala o galería, estáticos por definición. Es por ello también por lo que hemos hecho un esfuerzo por tomar en consideración una serie de obras cuya concepción narrativa se adapte a las características exhibitivas de la sala de exposición.

Tras esta primera experiencia romana, el AECID quiere mantener este impulso más allá, para llevar a conocer estos y otros trabajos a otras sedes amigas: por ello habrá una serie más extensa de obras circulando durante los dos próximos años (2020, 2021) por diversas ciudades iberoamericanas. Tanto en esta primera presentación en Roma, como en las otras ciudades por las que circulen estas muestras, se invitará a comisarios/as locales para que seleccionen algunos trabajos procedentes de sus propias ciudades que puedan dialogar con las obras seleccionadas de los/as artistas de la Academia.