Archivo F.X.: Las correspondencias

Pedro G. Romero. Archivo F.X.: Las correspondencias, 2010. Mesa de madera, 21 cartas, 21 sobres con fotografías a color impresas y 4 libros  Cortesía de Helga de Alvear

Las correspondencias se realizó para el Pabellón Catalán en la Bienal de Venecia en 2009, dentro del proyecto La comunidad inconfesable que comisario Valentín Roma. El trabajo pretendía instalar una novela entre los lectores de la ciudad de Venecia promoviendo una correspondencia postal real entre los distintos habitantes de la ciudad. A partir de las cartas que aparecían en Querido Miguel de Natalia Ginzburg, la Cartas de la cárcel de Antonio Gramsci y una de las Cartas luteranas de Pier Paolo Pasolini se ponían en marcha distintas relaciones epistolares entre ciudadanos reales de Venecia. La trama urbana de la ciudad fue recorrida palmo a palmo y se identificaron vía buzón postal a quienes iban a ser los protagonistas reales de las misivas. Algunos juegos de palabras entre sus nombres y los de las calles en que habitaban les hacían partícipes de esas correspondencias. Así, paseando por la ciudad, tomando notas sobre esto y lo otro se fue construyendo un argumento que aspiraba al tono de las correspondencias clásicas de los autores italianos arriba citados. Las cartas se traducen al italiano y, después, otro traductor las vierte al español que podemos leer en el libro definitivo. La pieza expone, de alguna manera, todo el dispositivo de su escritura. A partir de ahí, Valentín Roma entiende que hay una verdadera novela. Así lo dice, recalcando esas dos ideas de «novela» y «verdadera».
En este entusiasmo el texto se encuentra con Julián Rodriguéz, editor de Periférica, galerista de Casa sin fin y viejo amigo del, por unos momentos, novelista Pedro G. Romero. Hacía 15 años que no se veían pero la relación se recuperó con la fuerza de tiempo atrás. Así se publicó la novela y se publicita y se difundió con memorables presentaciones, como la de Marta Sanz, o críticas gloriosas, como la de Rafael Reig. Así, también, cuando Helga de Alvear adquirió la pieza, incluyendo el escritorio dónde se desplegaron los impresos de los textos caligrafiados, el callejero veneciano y otros rastros postales de aquellas relaciones que, a la postre, sí, siguen construyendo esta novela.


PEDRO G. ROMERO (RESIDENTE RAER 2018-2019)

(Aracena, 1964) opera como artista desde 1985. Funciona también como curador y comisario de exposiciones. Fue parte de UNIA arteypensamiento y miembro de la PRPC (Plataforma de Reflexión de Políticas Culturales) en Sevilla. Forma equipo de la pie.fmc (Plataforma Independiente de Estudios Flamencos Modernos y Contemporáneos). Participante en Documenta14 Atenas/Kassel y residente en la Academia de España en Roma. Colaborador habitual de la Sociedad flamenca El Dorado de Barcelona. Dirige la colección “Flamenco y cultura popular” en editorial Athenaica.Trabaja también con bailaores, cantaores y guitarristas flamencos (Israel Galván, Rocío Márquez, Tomás de Perrate, Niño de Elche, Sebastián Cruz, Javiera de la Fuente, Rosario Toledo, Leonor Leal, María Marín, Alfredo Lagos, etc.) En 2020 dirigió la película Nueve Sevillas y en 2022 el film Siete Jereles. Ha sido comisario de «Helios Gómez. Días de Ira» para la Virreina Centro de la Imagen de Barcelona y el Espacio Santa Clara de Sevilla y de «Coreografias, Bailes y danzas de Vicente Escudero» en el Centro Lorca de Granada, el Museo Patio Herreriano de Valladolid y el Espacio Santa Clara de Sevilla. En 2021 publica con la editorial Àrcadia Wittgenstein, los flamencos y los gitanos. El MNCARS presentó en 2022 una revisión de su trabajo bajo el título Máquinas de trovar. Recientemente, acaba de mostrar A de Archipiélago en Es Baluard de Palma de Mallorca y B de Bestiario en Peacok en Aberdeen, Escocia, prepara C de Canciones para la Bienal de Coimbra de 2024; como comisario, ha presentado «popular» en el IVAM de Valencia y ha finalizado el filme de caballo y guitarras este 2023.