«Sueño con el asesinato del policía»
«Este sueño tiene muchísima gracia, dentro del dramatismo también del sueño a veces no entiendo absolutamente nada. Me gusta pintar sueños porque yo soy el primer sorprendido. Siempre es uno el primer sorprendido al pintar cuadros, porque en mi caso, nunca sale como yo quiero, siempre me veo limitadísimo a nivel de todo. Pero en este caso pues el sueño narraba el asesinato de un policía en Tomelloso, pero que curiosamente se velaba en el pueblo más cercano que es Argamasilla de Alba, que está como a unos 7 kilómetros. Venían los compañeros a saludarlo, le hacían el gesto militar… todo era muy serio. Lo curioso es que detrás del féretro dormíamos mi madre y yo en sacas, en colchones en el suelo. Como algo muy normal, en una iglesia del siglo XV, me parece. Entonces yo tenía gases y… se me escaparon. Y dentro de la iglesia retumbaron. La gente vino y me dijo: Pero cómo tienes tan poca vergüenza, cómo no tienes un sentido de respeto ante este cuerpo que estamos velando de la policía? Y yo decía: Perdonen perdonen, es que no he podido remediarlo, se me ha escapado. Y es que el sueño era así, no puedo contar otra cosa más que eso.»